El Dios Wicca

El Dios de la Wicca es uno de los más antiguos, ya que es el
mismo que invocó el hombre en la Edad de Piedra. Este Dios es la energía vital de la Naturaleza y está presente en todas las cosas. Al igual que ocurre con la Diosa, el Dios es inmanente a la creación. Está presente en todo y se comprende como la energía masculina de la divinidad.

 

En la Wicca, se enseña que el Principio Masculino se expresa de distintas formas. Al igual que ocurre con la Diosa, él se manifiesta en los animales, plantas y árboles, y también en la presencia del Sol. Como principio de vida, amante, compañero, hijo de la Diosa y “Señor del Más Allá”, el Dios es el misterio masculino. Él representa la fuente de la vida, la potencia creadora, la energía que activa y despierta el deseo. También es la energía infante del Sol que va creciendo a lo largo del año y repartiendo bendiciones.

 

Como fuente de luz, el Dios es la potencia solar que ilumina la Tierra en un proceso cíclico de crecimiento, madurez, vejez y renacimiento. Y este proceso se expresa en muchas mitologías del mundo. Los antiguos mitos de Osiris, Tammuz, Mitra, Adonis, etc., expresan esta idea de forma comprensible. Estos mitos explican el viaje solar, el curso estacional y el misterio de la vegetación. También narran de forma mítica el proceso del renacer tras la muerte, pues en esencia, los mitos de un dios que muere y resucita, vienen a revelar que la muerte en realidad, no existe.

 

En el mundo antiguo las imágenes prehistóricas del Dios, fueron pintadas como un señor cubierto de pieles y cuernos de animales. Esta indumentaria viene a representar el Espíritu de la Naturaleza en su aspecto animal y personifica la energía fecundadora de la vida. Las imágenes antiguas del Dios, tratan de expresar la soberanía del macho, aunque obviamente no siempre se comprende este poder. Muchas veces la gente piensa que nuestro Dios es el diablo, cuando en realidad, el diablo de las religiones patriarcales, es un invento moderno, y la manipulación de la iconografía original es la causa de este malentendido.

 

En las religiones paganas al Principio Masculino se lo identificó con cuernos porque los machos de las manadas tienen cuernos. El ciervo, el cabrón, el toro, el carnero y el bisonte, son animales que lo simbolizan. Como estos animales cumplen el papel de fecundador, es natural que se viera en ellos el Principio Masculino. Y esto es así por simple observación. Si eres pastor y vives del rebaño, para ti es normal cuidar al macho porque él es absolutamente esencial para la vida. Sin el macho, no puede haber fecundación y la manada se extingue. Por eso el hombre recurrió a estos animales como símbolo de un dios natural y fecundador.

 

Como la Wicca se basa en las concepciones antiguas de la divinidad, es natural que recupere estas representaciones del Dios. Por eso verás su simbología en nuestros altares. En mi altar central tengo cuernos de ciervo, de corzo y muflón para representar a esta energía masculina. Los cuernos representan soberanía, poder, elevación, protección y defensa. Por supuesto que el Dios tiene otras formas de representarse, pues Él es la energía libre, sincera y consoladora de la vida.

 

Cuando analizo la figura del Dios Wicca, me doy cuenta de que su presencia resulta difícil de entender a los aprendices. Incluso mostrándoles datos históricos, arqueológicos y místicos, tienen dificultad para aceptarlo. La Diosa es más fácil de aceptar, porque representa la Madre Tierra, pero el Dios tiene más conflicto.

 

¿Cómo aceptar a un dios con cuernos?

¿Cómo no compararlo con el diablo judeocristiano?

¿Hay alguna forma de entenderlo sin contaminación cultural?

¿Cómo podemos sentir esta energía en nosotros?

 

Cuando entiendes que los dioses paganos son las fuerzas vitales de la Naturaleza, empiezas a aceptar su presencia en tu vida. Un dios pagano es un potencial, una energía que toma forma para que la vida se mantenga. Cuando paseo por el campo en silencio y observo la vida, me doy cuenta de que todo rebosa de energía. Esa energía parece vibrar como un timbal, inundando todo el ecosistema. El Dios es toda la energía y me gusta verlo con estos ojos porque las imágenes siempre son limitantes. Una figura que idealiza a un dios (o lo representa) siempre tiene limitaciones. En cambio, el contacto con la Natura, te permite sentir la energía vital de forma directa.

 

Te diré, que algunas brujas explican la presencia del Dios como ese flujo de energía que circula por la Naturaleza. En lugar de usar imágenes, recurren a las potencias naturales para explicarlo. En este sentido el Dios sería como el agua que circula por los ríos fertilizando la sequedad de la tierra. Sería la sabia de las plantas y árboles que van hacia arriba vivificando el tronco y las hojas.  Y también sería el rayo del cielo que cae sobre la tierra, la pasión que sentimos cuando amamos y los fuegos que nos calientan durante el invierno. 

 

Algunas brujas prefieren la imagen del “Hombre Verde” para representar al Dios porque se sienten más cómodas con esta imagen. El Hombre Verde es una máscara foliada formada por hojas y ramas. Esta máscara es un diseño pagano ancestral que trata de explicar el espíritu de la vegetación. Así como el Dios cornudo representa el poder animal, el Hombre Verde representa el poder vegetal. Si te gusta más esta imagen para representarlo, puedes incorporarla en tu altar y ver cómo te sientes.

 

Las máscaras solares también son otra forma de representar al Dios en su aspecto celeste, pues el Sol es el fecundador de la Tierra. Sin Sol no hay vida en el planeta, de modo que el Sol es una buena forma de representarlo. Como ves no hay una sola forma de simbolizar al Principio Masculino, porque él es la potencia de vida y cualquier cosa que anime la vida, lo representa.

 

Otra forma de entender al Dios es a través del tapiz de la creación. Si la Diosa es la Rueda del Año, el Dios es el caminante que vive la experiencia del cambio. Si ella es la Luna, él es el Sol. Y si ella es la Madre, él es el Padre. Tanto la Diosa como el Dios, son los Padres de la creación y esta visión te hace más respetuoso.

 

A nivel místico, podemos decir que el Dios es la energía paterna que nos cuida, protege y defiende. Es el poder de la resurrección que permite que la vida vuelva cada año en primavera. También es el potencial del cazador, porque en determinados momentos hay necesidad de armarse de valor y lograr tu meta. Así fue como se concibió en el mundo antiguo, pero hoy en día, el valor quizás no lo necesites para cazar, sino para ser tú mismo, elevar tu autoestima y defender tu territorio. Si tienes un negocio y ves que alguien trata de dañarte o robarte, necesitas activar el valor para poner freno a esa situación. Necesitas remover la energía masculina para que esa situación se frene. La energía activa, protectora, justa y sanadora del Dios, puede ayudarte a elevar tu potencial, autonomía y libertad. Puede hacer que te enfrentes a tus miedos y los superes, porque él activa tu valor.

 

A menudo se asocia la Diosa con la abundancia de la Tierra, aunque en realidad, el Dios también rige este poder, porque él es el Dios de la Fertilidad. Cuando invocas al Dios y pides que tus negocios sean benditos, algo extraño y maravilloso propicia tu vida. Cuando invocas al Dios y te dispones a amar, lo haces con más verdad y pasión. Y cuando invocas al Dios y lo conviertes en tu regente personal, su potencial creador se activa en ti. Cuando un hombre se alinea con su Dios interior, entonces se vuelve parte de él y puede expresarse en la vida con equilibrio y armonía. Puede despertar sus cualidades internas y recibir el impulso necesario para mejorar su situación. El Dios Wicca es el potencial de la vida, la pasión, la creación, la protección, la justicia, la resurrección, la autoestima. Todas estas cualidades son necesarias para la vida. Conectar con el Dios, es pues, acceder al poder que todos tenemos en nuestro interior.

 

El conocimiento integral del Dios puede ayudarnos tanto a hombres como a mujeres, a ser más conscientes y felices. A los hombres puede servirnos como punto de referencia para aceptar nuestra sensibilidad, amor propio, valor y autoestima. Y también puede ayudarnos a liberarnos de tabúes, complejos y miedos. Si eres hombre y te aceptas como eres, puedes amarte, cuidarte, valorarte y sentirte feliz – tal y como tú decidas. Al aceptar lo masculino en ti, puedes sentir que te reconcilias con tu esencia. Como te puedes imaginar, la energía masculina del Dios no se refiere únicamente al potencial sexual, sino a la potencia energética de todos los seres. Una mujer puede tener y activar su energía masculina a través de su trabajo, pasión, esfuerzo y voluntad. También puede activarla cuando necesite protección, justicia, luz, conciencia o renacimiento. Todas estas cualidades se consideran masculinas, pero cualquiera puede invocarlas a través del Dios y beneficiarse.

 

Soy el ciervo de siete puntas

Soy una inundación en la llanura

Soy un viento en el mar

Soy un rayo de Sol

Soy una ave de presa en un risco

Soy hermoso entre las flores

Soy un dios que echa humo con cabeza ardiendo[1]

 

Cuando aceptas que el Dios es una energía, puedes invocarlo para que te ayude desde adentro. Entonces te das cuenta de que puedes lograr todo lo que te propongas, ya que si aceptas la energía activa, justa, protectora y compasiva del Dios, puedes fusionarte a ella y usarla al servicio de la vida. Te diré, que cuando invoco al Dios en mi vida, su energía vital se activa en mi ser. Al hacerlo siento que algo sagrado y antiguo me bendice. Es como si algo mágico me asistiera y actuara a mi favor. Sin embargo, he comprobado que no puedo invocarlo si no me siento conectado al corazón. El corazón de una persona representa su verdadera esencia, voluntad, intención, pulsión. Cuando conectas con tu corazón, tu energía se activa porque tu alma se estremece y entra en acción. Si esta energía la usas de forma equilibrada, entonces lograrás tu conexión, porque estás actuando bajo la gracia del Dios.

 

Te diré, que yo personalmente veo al Dios como esa energía eterna y preciosa que anima la creación. Lo veo como un poder maravilloso que no condena ni juzga. Él mantiene el equilibrio de la Naturaleza, permite la resurrección del alma, consuela las penas, ofrece luz e iluminación, aporta amor y libertad y nos ayuda a ser más felices. Por supuesto que esta idea del Dios no ha de ser universal, tan sólo es la mía, por eso estará bien que pienses qué es el Dios para ti.


El Dios de la Wicca es la energía potencial que ya está en nuestro interior y en el exterior. Despierta cuando conectas con tu luz y para eso necesitas actuar con verdad. Invocar al Dios Wicca puede ser revelador, sanador, divertido y apasionante. Los rituales, las devociones, los paseos de bruja y cualquier técnica que te ayude a despertar la conciencia pueden servir. Cuando despiertas esta energía y comprendes que tú ya eres sagrado, eres consciente de ello y entonces puedes servir a la vida de distintas formas.

 

Te diré, que la concepción que tengamos del Dios y de la Diosa nos afecta sobremanera. En la cultura Occidental se nos ha enseñado a los hombres a ser fuertes, valientes, faltos de sentimientos y algo dominantes. Se nos ha enseñado que el hombre no puede mostrarse débil, sensible o cariñoso, porque es signo de debilidad. Si un hombre se muestra sensible, entonces es débil y se le condena por ello. Si se muestra agresivo o tirano, entonces se le tacha de maltratador. Ambos extremos son un mal uso de la energía masculina.

 

La autora Starhawk cuenta en su obra La Danza en Espiral, que el Dios representa las cualidades masculinas poderosas y positivas que derivan de fuentes más profundas que los estereotipos, la violencia y la discapacidad emocional de los hombres de nuestra sociedad. Si hubiese sido creado a imagen del Dios Cornudo, sería libre para ser salvaje sin ser cruel, para enfadarse sin ser violento, para ser sexual sin ser coercitivo, espiritual sin ser asexuado, y para ser verdaderamente capaz de amar[2]. Reconciliarse con el Sagrado Masculino es una tarea curativa a todos los niveles. Quizás empieces rezando al Dios y luego comprendas que hacerlo te acerca a tu padre, hermanos, jefes o esposo. Cuando te reconcilias con el Sagrado Masculino, tu vida con los hombres mejora.


Sabio y Bendito seas

El Brujo Shiva



[1] La Biblia de las Brujas. Janet y Stewart Farrar, pág. 90. Equipo Difusor del Libro. S.L. 2003.. Madrid.

[2] La Danza en Espiral, un Amor Infinito. Ediciones Obelisco. Starhawk. 2002. Barcelona.

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